¡La vida va demasiado despacio, la vida va demasiado despacio!! Calma, calma, me digo, cada cosa a su tiempo, poco a poco, un paso detrás de otro. ¡Pero hay tantas cosas por hacer, tanto que ver, tanto que aprender, tanto que correr! ¡No quiero estar parada esperando el momento, el turno en la cola, manteniendo la paciencia! Siempre hay cosas por delante, cosas de la vida real, avituallamiento, provisiones, logística, educación, visitas, compras, caminos y más caminos ciegos que no parecen llevar a ninguna parte.
Me quemo, no soy ciega ni tonta, lo sé, me quemo viviendo de este modo, pensando de este modo, pero no voy a forzarme para pensar diferente, para sentir diferente. Esto es lo que hay, voy a ser el observador en el centro, es fue el compromiso. Así que miro la hoguera en mi pecho y tengo miedo de arder hasta el final sin llegar a ninguna parte, observo este fuego continuo que se ve más en la oscuridad de la noche (por eso no duermo) y no sé si darle las gracias, o solo mantenerme asustada, o girar y girar como una loca al son que me marca, y desesperarme, desesperarme, si, de que la vida vaya tan lenta.
Pero no voy a hacer nada más que mirar, observar lo que ocurre, apuntarlo todo como si de un experimento se tratase, intentando mantener la calma, la objetividad que todo experimento precisa. Ese es el reto, el compromiso. Y para hacerlo he de mantener a raya a los fantasmas, los monstruos y dragones que me acechan una y mil veces a lo largo del día, he de mantener la cabeza fría. ¡Y es muy difícil con este carbón encendido en que se ha convertido mi pecho entero!
Así que trataré de dormir una vez más, y mañana me levantaré disfrazada de serenidad y madurez, daré todos esos pasos que hay que dar para mantener organizada la vida real, encontraré un hueco para alimentar mi fuego, para darle su tributo, para construir un escalón de la escalera que mi cuerpo, mi vida entera me pide. Y quizá, un día , el fuego se haga más dulce, más tranquilo, incluso se apague del todo y yo pueda descansar y darle las gracias por haberme traido a ese nuevo lugar que todavía no concibo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario