Sí, me lié y no sabía cómo seguir. En mi última entrada os ponía que a veces uno necesita de la evasión. Y sigo pensando que es cierto. El problema,como siempre, es la medida: ¿cuanta evasión? ¿Durante cuánto tiempo? Y si lo que pasa en que estás intentando cambiar un hábito, recaer en él de nuevo, por muy justificado que esté, es eso, una recaída.
Viendo que volvía a estar en el principio, y sabiendo que para que un hábito se asiente hace falta mantenerlo 21 días seguidos, decidí tomar medidas drásticas:
1.- Me apunté el fin de semana a un curso de...bueno, eso es lo de menos, lo importante era estar haciendo algo interesante que me facilitara dejar el ordenador de lado.
2.- Volver a empezar!. Ya sé que estaba en el 7º día y que, de este modo, tiro a la basura los esfuerzos (que no han sido para tanto, la verdad) de toda una semana pero ¡sería una tontada hacerme trampas a mí misma!!
3.- Reorganizar algún horario casero por el cual no tenía más remedio que quedarme viendo la tele a la espera de que algunas personas acabaran de dormirse. Así que lo he hablado y a partir de ahora: ¡todos a la cama al mismo tiempo!! (Esto ya veremos si sale, no es lo mismo organizarse una que ponerse de acuerdo con otros).
Así que aquí me tenéis de nuevo, decidiendo vivir mi vida y seguir mi propio camino, con la idea además de que sea un camino bien luminoso y bien bonito!! Pero creo que me hace falta algún slogan para cuando me flaquean las piernas, una frase sencilla y lapidaria que me recuerde que es más importante lo que me pasa a mí que lo que les pasa a los personajes de las series y los libros, que es mi vida la que pasa por mi lado cuando decido evadirme de continuo.
¿Se os ocurre algo? ¡Pues contádmelo!!
¡Haz que las cosas sucedan!
ResponderEliminar