martes, 29 de noviembre de 2011

Contrastes

Hace frío, tengo las manos heladas, pero no se puede escribir con guantes de lana,los dedos no saben leer cuando están cubiertos. Sin embargo brilla el sol en lo alto de nuevo después de varios días oscuros y lóbregos, días de té caliente a todas horas para calentar las tripas y las palmas de las manos.

Me gustan estas cosas que tiene la vida de envolverlo todo en contrastes curiosos, lo bueno con lo malo, lo catastrófico con los mares de posibilidades, el frío con el brillo del cielo, el calor con la frescura del mar. No sé por qué inventamos que la vida es monolítica, que las cosas tienen un solo matiz. Quizá fue la vaguería: es más fácil para navegar, para nombrar (eso que tanto nos gusta), quedarnos con la impresión principal y desdeñar el resto, etiquetar con una única palabra la experiencia para hacerla digerible, unificar los que es una maraña de cables de colores en una sola cuerda de color uniforme.

Pero haciendo eso nos perdemos tantas cosas....!!!

Hoy voy a pelearme con alguien, voy a decir adiós a una etapa de mi vida que ha durado ocho años. Ayer estaba muy triste intentando digerir la experiencia, asumir una decisión que me asustaba pero que ya estaba tomada. Pero hoy estoy contenta, he decidido sentarme y saborear cada uno de los múltiples matices de lo que me está pasando: hay frío pero hay calor, el producido por el hormigueo de lo nuevo; hay miedo y hay excitación ante el desafío que se me presenta; hay incomprensión y hay curiosidad ante alguien de quien no entiendo la mirada; hay pena por abandonar a mis compañeros de aventura, y alegría por poder despedirme de ellos.

La vida esta tan, pero tan llena de cosas, que resulta absolutamente inabarcable. ¡Estoy contenta!

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