viernes, 11 de marzo de 2011

No te muevas

Ruido, hay demasiado ruido en mi interior, demasiadas cosas fuera, demasiados estímulos que me hacen daño, que me llevan a lugares en los que no sé si quiero estar. Cuando me dejo llevar me pierdo, no sé en quien me convierto, quien soy. Tanto tiempo, tantos años buscándome para desperdiciarme ahora de este modo raro, dejando de ser quien imagino ser.

Prefiero quedarme aquí, encerrada, entre mis cuatro paredes repintadas, asomándome al mi mundo a través de la ventana de mi ordenador, mirando sólo lo que quiero ver, sabiendo que si no me muevo, no voy a sentir nada extraño, podré controlar cómo late mi corazón, qué piensan mis neuronas, que siente mi coño.

Quedarme, quedarme aquí, quedarme quieta, no moverme, o fingir que lo hago, jugar a cambiar de lugar sin hacerlo, quedarme quieta, no mirar, no escuchar, no sentir nada que no esté dosificado, controlado, nada que no pueda digerir.

Cavo un hueco muy hondo en el centro del salón en que meterme, en el que estar a salvo de las bombas, las palabras, las miradas, a salvo de mi propio juicio, de mis expectativas, de mi cabeza hirviente, de mi energía

No te muevas, no te muevas, no te muevas, no te muevas y estarás a salvo. Muerta pero a salvo.

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