lunes, 27 de diciembre de 2010

Tremenda

Es como si hubiera perdido la cabeza pero no, sé que sigue ahí porque me duele y porque la gente no grita al mirarme. Digamos que mi cabeza no funciona, o no lo hace como habitualmente. Si no existieran los espejos yo estaría convencida ahora mismo de que mi cabeza ha aumentado por lo menos cinco tallas de sombrero (espero que cinco tallas más de sombrero sea una barbaridad, no sé nada sobre sombreros, me sientan fatal) y que la melena se me ha vuelto plomo porque si no, no lo entiendo.

Durante las primeras horas del día todo parece ir más o menos bien, consigo convencerme a mí misma de que todo va correctamente, pero conforme pasa el día me voy dando cuenta de todas las cosas que se me han pasado por alto, algunas insignificantes, casi todas importantes. Mi cabeza, por ejemplo, no consigue unir dos datos objetivos aunque los tenga delante, no sabe relacionar, pongamos por caso, las frases "tienes trabajo el día 27" con "hoy es día 27", por lo que me quedo en casita tranquilamente no haciendo nada que no se sonarme la nariz y quejarme de dolor de cabeza, es decir, que sobreviene el desastre, un desastre inexplicable, un desastre absurdo y estúpido, un desastre risible si no fuera por el mar de excusas que tendré que inventar mañana porque además a ver cómo invento yo nada con esta cabeza de saldo!

Podría ponerme tremenda, que es algo que se me da muy bien, y empezar a suponer que, entre lo que acabo de contar y la dislexia reciente que me obliga a corregir una de cada tres palabras que escribo, tengo algún tipo de problema cerebral grave, lo que explicaría tanto el repentino aumento de tamaño de mi cabeza como la bruma que me envuelve últimamente y que hace que la gente definitivamente se de cuenta por fin de que soy mucho menos lista de lo que aparento.

Pero no es nada de eso, ni tengo un tumor (vamos, digo yo así a bote pronto, sin pruebas médicas de ningún tipo) ni me está atacando el alzheimer, ni he tenido un ictus. Al final todo va a ser que me estoy mudando, lo estoy viendo venir.

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